¿Qué nos enseña el autismo?
Por: Magela Luksic
Coordinadora Nacional
Programa de Salud Mental Comunitaria “WAWASPAQ”
Una de las mejores enseñanzas y aprendizajes en la vida de los seres humanos, como seres gregarios y sociales, es precisamente la compresión de que debemos tener cuando existen seres humanos que vienen a nuestras vidas a mostrarnos lo importante que es el respeto por todas las formas de socialización, incluyendo modos diferentes de comunicarse, de interactuar de comprender, de vivir, y sobre todo de jugar a encontrar otras dimensiones en el mundo lingüístico que nos permitan reconocer que probablemente no estamos siendo realmente inclusivos e incluyentes con el mundo que nos rodea.
Cuando se hace referencia a un mundo lingüístico, no se quiere crear la idea de que lo lingüístico implica solamente la capacidad de hablar articuladamente en un cierto lenguaje o idioma, sino, y sobre todo a la capacidad de existir expresando las diferentes dimensiones que tiene la vida y a la capacidad de expresarla; misma sobre la cual, las personas que se encuentran entre el espectro autista, tienden a dominar, contrariamente a la idea que se tiene de que no cuentan con la capacidad comunicacional. Dicho de otra forma, son más bien las personas que pueden leer el mundo en toda su diversidad y multiplicidad de dimensiones y ser altamente sensible a todo lo que el mundo tiene para ofrecerles, quienes pueden comprender las soluciones a los problemas de manera completa y real. Como cuando ante ellos se evidencia claramente que, cuando un problema aparece, es porque la solución ya está dada y por tanto desde esa lectura multidimensional y esa alta sensibilidad con y en el mundo es que las personas dentro del algún estado del espectro autista, puede plantear soluciones reales, completas y basadas en una multidimensionalidad de factores, en otras palabras, soluciones sostenibles, duraderas y de verdadero cambio.
Es así que la madre, padre y familia de una persona que se encuentra en uno de los estados del espectro autista, sabe que las respuestas convencionales e inconsistentes, simplemente no sirven de nada. Estos niños o adultos de mostrarán el camino hacia la perfección, hacia los cambios estructurales, hacia lo que realmente tiene valor; por tanto no queda más que empezar la tarea de la integración de todos los seres de este mundo en sus verdadera versión, aquella completa, aquella que hace que cada uno se reconozca en otro, aquella que hace el que el altruismo realmente se concrete y cobre sentido, generando contextos solidarios y sociedades empáticas que le dan a cada ser humano el espacio que le corresponde.
Sólo conociendo y entendiendo el autismo y sus formas de expresión y vida, es que podremos creer como sociedades más sanas mental y emocionalmente, por ello se invita a reflexionar, conocer, investigar y sobre todo a compartir con personas dentro del espectro autista para devenir personas y sociedades más sabias y plenas.